Así como entrar al noveno circulo del infierno fue en lo que se convirtió el Teatro Flores cuando comenzó el show de Behemoth en Buenos Aires el pasado 21 de noviembre.
Un escenario teñido con luz roja, humo y una bandera enorme en el fondo con los cuatro integrantes como si fueron los jinetes del apocalipsis vaticinando lo que se venía. En esta gira sudamericana no contamos con la presencia del legendario baterista Inferno, ya que por motivos personales tuvo que ser reemplazo por Jon Rice (baterista de Uncle Acid & The Deadbeats).
La bestia gigante sale a escena a las 20hs con “Post‐God Nirvana”, tema que también da apertura a su último disco “Opvs Contra Naturam” lanzado este año. Con un sonido demoledor y una puesta en escena que cambiaba con cada nuevo tema, pudimos disfrutar de un show de otro nivel. Nergal siempre suele ser el centro de atención, ya que es quien también hace sus actos teatrales con túnicas, incienso y su corona de Papa Satánico, pero el virtuosismo de todos los integrantes hace que no pares de mirar a uno por uno en todo momento.
El setlist tuvo por su puesto varias canciones de su último disco, pero pudimos disfrutar de temas como “Ov Fire and the Void”, “Conquer All”, “Chant for Eschaton 2000” de sus discos más longevos. Un publico enardecido desde el primer segundo no paro de corear y poguear en ningún momento, no era para menos, después de 8 años de espera teníamos que disfrutar de esta nueva visita. El show duro 65 minutos y todos nos quedamos con ganas de más, no pudimos saciar el hambre, pero de todos modos fue un show tan arrollador que nos guardamos esas ganas para volver a explotar en la próxima visita.
Mientras sonaba de fondo “Further on up the road” de Johnny Cash, muchos se preguntaban cómo iba a hacer Arch Enemy después de semejante show de Behemoth, pero solo basto con los primeros acordes del primer tema para que dejemos de querer comprar y empecemos a disfrutar del segundo gran show.
Arch Enemy comienza con “Deceiver, Deceiver”, tema que da nombre a su último disco lanzado este año, y sin dar respiro siguen con “War Eternal” y es ahí donde el público enloquece, un pogo que creció y exploto en el estribillo.
Pudimos apreciar a Mike Amott junto con Jeff Loomis y su unión de guitarras gemelas en “Snow Bound“ que supieron deleitar al público que parecía estar calmo solo por ese minuto y medio. Por supuesto que el setlist tuvo muchos temas del su último disco “Deceiver”, esta gira tiene la intención de presentarlo, pero también dieron un salto por varias canciones bien conocidas como “The Eagle Flies Alone” y “As the Pages Burn” como también algunos temas de los discos de la época de Angela Gossow como “Ravenous”, “My Apocalypse” y “Nemesis”. Todo termina también a los 65 minutos cuando comenzamos a escuchar “Enter the Machine” por pista mientras los músicos comenzaron a saludar y despedir a sus fans argentinos que lo dejaron todo en cada canción.
Una noche black y death con dos bandas muy distintas pero que se encargaron de volarnos la cabeza cada una a su manera.
Fotos Víctor Guagnini
Crónica Antonella Bortolotti