El día uno del festival contó con las presentaciones destacadas de Gorillaz, Trueno, El
Cuarteto de Nos, Airbag y Virus entre tantos otros.
Desde su reaparición en el 2020 en plena pandemia, luego de siete años de ausencia, 2013
fue su última edición, el festival más longevo de nuestro país, el Quilmes Rock, que supo
tener en aquella primera edición del 2003 figuras como Die Toten Hosen o Café Tacvba y
una presencia de grandes nombres de nuestro país: Charly Garcia, Luis A. Spinetta,
Gustavo Cerati, Divididos, Almafuerte, Catupecu Machu en una lista enorme de artistas,
tuvo su regreso esperado este sábado 30 de abril en Tecnópolis.
La jornada que contó con la ausencia, ya anticipada de Fito Paez (covid positivo) y con la
inclusión de Airbag en su lugar, tuvo una gran convocatoria de público en su regreso. Y
desde horas tempranas, se lograba apreciar las largas filas para ingresar, las
complicaciones en el estacionamiento, micros y colectivos llegando al lugar, repletos. El
recinto elegido para esta vuelta del festival fue Tecnópolis, un lugar que se posiciona como
una de las opciones más acertadas para albergar este tipo de eventos.
El primer del festival con un comienzo bien temprano pasada las 15 hs, mientras seguía
ingresando gran cantidad de público, le dieron apertura Fermin, Manu Martinez, Wiranda
Johansen y Florian en los escenarios principales “Rock” y “Quilmes” respectivamente
mientras que en los otros escenarios abrieron Mery Granados, Silvestre y La Naranja,
Crash, Vic Mirallas, Jacinta Fischer, Lisa, Mia Z y UMA.
Con un inicio que tuvo diversidad en estilos y colores varios en voces y banda, el día ofreció
lo que se esperaba, con la amplia grilla que el festival curó y elaboró para su regreso. Si
bien hubo presencia y atención en cada escenario, el lugar a conservar, los escenarios
preferidos y no solo por la presencia estelar, en su segunda presentación en el país, de
Gorillaz. Sino porque muchos de los puntos altos de este primer día, tuvieron lugar en los
escenarios principales con Estelares, Conociendo Rusia, El Cuarteto de Nos, Las Pelotas,
Rayos Láser, Airbag, Virus y Trueno.
Las Pelotas (Fotos)
Con un cielo que ofrecía una fantástica imagen de atardecer, Estelares le puso más color
con su música en un repertorio a lo largo de 40 minutos. Cayendo la noche Conociendo
Rusia subió aún más la vara y un público coreando cada una de sus canciones. El Cuarteto
de Nos continuó la alza, detonando la noche con un show que dejó mucho calor y una vez
más dejaron en claro que en nuestro país, cada concierto que dan pisan aún mucho más
fuerte. El fuego en los escenarios principales fue creciendo a medida de cada show, el ritual
de la noche llegó con Virus, que luego de siete años sin tocar, llegó para avivar más ese
fuego, todo el concierto fue maravilloso, uno de los momentos destacados tuvo a Benito
Cerati como invitado y ovacionado, para cantar uno de los clásicos de la banda platense
“Luna de Miel en la mano” y con un setlist repleto de sus grandes hits.
Airbag fue otra de esas bandas que dejaron en claro el gran presente que están
atravesando ya hace unos años. Llegaron a este festival debido a la ausencia de Fito Paez
y con su mas reciente disco “Al parecer todo ha sido una trampa” publicado en el 2021 y que los tiene con mucha actividad. Con ellos el fuego se convirtió en un incendio, en un show que tuvo sus infaltables hits como “Por mil Noches” “Solo Aquí” e incluso covers de Aerosmith “Walk this way”, “Money for nothing” de Dire Straits y “Basket Case”, de Green Day y un clásico de los hermanos Sardelli, el himno nacional en su versión instrumental.
Y llegó Trueno para elevar el fuego hasta el cielo y se vea en todo el predio, entre trap, hip
hop y rap desplegó un tremendo show, con máscaras al mejor estilo Slipknot, una banda
que explotó y demuestra porque es uno de los artistas más escuchado del país.
Luego de cinco años, Gorillaz tuvo su segunda presentación en nuestro país y fueron los
encargados de cerrar el primer día del Quilmes Rock, tal como lo hicieron en el Festival
BUE de 2017 que se desarrolló también en Tecnópolis y en aquella ocasión cerraron el día
2 de dicho evento. Damon Albarn y compañía propusieron un show lleno de clásicos, como
asi tambien con cancion nueva “Cracker Island” (en su presentación de Uruguay, presentó
“Silent Running” junto a la antes mencionada), si bien el público se quedó con ganas de
más, Gorillaz no se guardó nada a lo largo de la hora y media que tocaron. Un Damon
queriendo hablar español con fluidez, ovacionado toda la noche y agradecido al público
argentino, se lanzó al público en varias ocasiones y siempre sosteniendo una bandera
argentina que la habían lanzado desde el público.
La banda que tiene en el bajo a Seye Adelekan, no dio respiro con su toque majestuoso.
Hubo lugar para que se luciera Michelle Ndegwa al momento de “Kids With Guns”, un
momento mágico de la noche. Quienes también dijeron presente fueron Robert Smith de
The Cure en las pantallas, como así también quien explotó el escenario fue el rapero Bootie
Brown en “Stylo”, otro que no podía faltar fue Posdnous de De La Soul para interpretar
“Superfat Jellyfish” y “Feel Good Inc.
El final del show quedó enmarcado porque apenas sonaron las primeras notas, los presente
explotaron porque reconocieron esos acordes, era el infaltable “Clint Eastwood” para cerrar
un show que tuvo un setlist de veintiún canciones y fue cuando unos “yeah yeah yeah”
sorprendieron y apareció Trueno para sumar un freestyle que Damon Albarn celebro y
sonrió de oreja a oreja, siendo un cierre épico y memorable para las todos los que vivieron
ese final.
En este tipo de festivales se suele destacar, además de los artistas, la felicidad y alegría
que la gente vive lo cual debería ser una gran experiencia para el público que asiste, pero
en este caso esa expectativa esperada no se cumplió y esa cara pocas veces se cuenta o
se habla. La elección de incluir cinco escenarios: Quilmes – Rock – Claro – Enigma y Geiser, la mala
distribución aplicada de dichos lugares y las demás atracciones generó gran malestar en el
público. En un lugar como Tecnópolis, donde hay diversos sectores, la gente se perdía
buscando algún escenario en particular. Desde la organización del festival, hubo muchas
irregularidades, algo que podría haber facilitado la orientación y organización del público,
podría haber sido el repartir volantes con alguna especie de mapa con los horarios de cada
artista en cada escenario, una mayor cantidad de señalización, y sumado a esto se le
agrega, la falta de puntos de hidratación en el predio y en las vallas del campo general,
además la inclusión de un “campo fan” en el escenario principal “Quilmes” y “Rock”, estos
dos estaban interconectados uno a otro, cuando los otros tres permitieron un ingreso general. Si bien en el lugar figuraban algunos, y eran pocos,carteles con un mapa y sentido de dirección de donde estaba ubicado cada sector, llevaba a la gente a que le tome una foto
y orientarse de esa forma.
Volviendo al “campo fan”, dicho sector, contó con al menos un 60% de ocupación o menos,
situación que se podía apreciar claramente con el espacio libre que quedaba a la vista,
mientras que tras la valla divisoria, se observaba un público masivo con poca posibilidad de
observar lo que sucedía en el escenario principal. Solo podían apreciar por las pantallas de
los costados o una pantalla ubicada en el centro, a media altura y a pocos metros de tal
valla, pero claramente eso para la convocatoria multitudinaria que estuvo presente el día
sábado, no pudo disfrutar y apreciar los shows de los escenarios “Quilmes” y “Rock” de
forma digna. Por supuesto que estas cuestiones de organización junto a otras más, se
vieron reflejadas al finalizar el primer día del festival, demoras de salida de los vehículos en
el estacionamiento colapsado, el cierre de cajas para que el público, que solo asistió por
este único día, pueda retirar el efectivo de sus tarjetas “cashless”, una salida masiva sin
organización, largas colas para poder comprar, entre tantas otras cuestiones.
Si los festivales resaltan slogans que invitan a “un lugar de encuentro”, que son diferentes,
que buscan diferenciarse del resto, que celebran que puedan asistir familias, que las
comodidades van a estar, es tiempo de que cumplan realmente su palabra y valores que
buscan transmitir, porque como dijo Trueno en medio de su show “al artista lo hace su
público” y el público tiene que disfrutar dignamente.
Fotos Federico Fabre