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La banda estadounidense Deafheaven regresó al país luego de varios años. En 2016 se presentaron en Uniclub y habían dejado la vara muy alta, dando un show buenísimo que renovaba la esperanza en el Black Metal. Los años pasaron y la propuesta del grupo fue cambiando, se podría decir que, sin perder su esencia, se ablandaron un poco, fueron incorporando voces limpias y las melodías pop fueron ganando terreno. Tras sus discos más famosos Sunbather (2013) y New Bermuda (2015), lograron llamar la atención de la prensa mundial y la de sus colegas. Ya para Ordinary Corrupt Human Love (2018) amagaron navegar otras aguas, algo que terminó de suceder en 2021 trás la salida de Infinite Granite.
La cita con la banda oriunda de California fue el viernes 10 de marzo en el mismo lugar donde hacía casi siete años habían descollado. El acto soporte fue la banda Mitodian, un quinteto de Death Metal Melódico que no se queda solamente en el machaque, hay una búsqueda músical un poco más amplia: algunas bases electrónicas, que incluyen teclados y vientos. La gente hizo el aguante desde temprano, por lo cual para el momento en el que subieron al escenario, más de la mitad del recinto se encontraba completa. Tocaron canciones de sus dos álbumes y cerraron con «Luchemos Por La Vida»(con la música del spot publicitario y todo) extraído de «The Darkest Timeline».
Aproximadamente a las 21:05 se abrió el telón de Uniclub y empezó a sonar «Sycamore Trees» de Jimmy Scott, canción que eligieron para abrir sus presentaciones. El stage que los asistía demoró algunos minutos más en ajustar algunos equipos y finalmente salió el cuarteto al escenario. Como siempre George Clarke (vocalista), con su look formal de
camisa, pantalón de vestir y zapatos. Algo así como un Louta del Metal. El resto, más informales; Shiv Mehra (guitarrista) lucía una camiseta de la selección argentina (otro más que se subió a la Scaloneta). «Black Brick» dio comienzo a la velada y pegado a «Sunbather» desató la locura de los asistentes que sin dar importancia a las altas temperaturas hicieron pogo y stage diving. Chris Johnson en el bajo fue la última incorporación de la banda y no había sido de la partida en 2016. Si bien el resto de la banda no hace el mismo desgaste que George, se los notó un poco menos estáticos que la anterior vez. La entrega del público era absoluta, incluso los temas nuevos fueron muy bien recibidos y cantados: «Shellstar»,»In Blur», «Great Mass Of Color». Clarke no tiene ningún reparo a la hora de tener contacto con los fans, los toca, les canta en la cara (hasta salpica gotas de saliva cuando vocifera) todo lo que no se podía hacer en pandemia acá está permitido, algunos lo llegan a abrazar antes de arrojarse nuevamente hacia la masa anestesiada. «Canary Yellow» fue el único tema de Human Love…y «Mombasa» que cierra su última obra, guarda algo de la agresión de las viejas épocas. «¿Tienen tiempo para dos más?, preguntó George a la audiencia. Se venían dos clásicos: «Brought to the Water» y «Dream House» con esos riffs épicos que, por supuesto, fueron coreados por la gente. «Queremos volver, no nos vamos a Brasil me parece» bromeaba el cantante al ver la reacción de los presentes. Posiblemente los más true del género no les den bola por desinterés o prejuicio pero Deafheaven se ha ganado el respeto no sólo por sus discos sino por sus shows potentes y cargados de energía. Una demostración de poder pero no tan vulgar.

Fotos x Eushy Fernandez

Cronica x Tony Esmoris

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