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Gustavo Rowek: «El metal navega entre sus propias contradicciones»

Gustavo Rowek formó parte de una de las bandas más emblemáticas del Metal argentino: V8. Sus inquietudes artísticas lo han llevado por diferentes proyectos bastante diferentes entre sí pero siempre con la misma convicción. Ahora que el tributo a la mítica banda está de regreso, el baterista tiene algunas cosas que decir.

¿Cómo te sentís de estar de nuevo con el tributo a V8?
Muy contento. La verdad que me siento muy feliz. Este tributo lo hicimos en el 2011 con el Tano Romano, Topo Yañez y Walter Meza. Un tributo donde cada uno de los integrantes, obviamente sin contarme a mí, habían tenido mucho que ver con algunos de los actores de V8. Walter y el Topo tocaron con Osvaldo Civile y el Tano Romano compartió Hermética con Ricardo Iorio. Creo que son de los máximos exponentes del Heavy Metal en Argentina. Así que imagínate que juntarme con ellos es un verdadero placer. El tributo fue algo que nació como un show en el Teatro Flores y terminó siendo cuatro años ininterrumpidos de gira, donde en un momento tuvimos que pararlo porque si no, todavía estábamos girando. Es muy complicado sincronizar las agendas de tipos que están en bandas diferentes. Entonces cuando se dio de estar con nuestras bandas en el Luna Park, fecha metalera, dijimos «hagámoslo». Es algo que me piden todo el tiempo, así que cuando vimos la oportunidad no lo dudamos.

¿Qué me podés contar del recibimiento de la gente al tributo?
Fue increíble, como si hubiéramos tocado ayer con V8. No hace falta que te diga en lugar que ocupa V8 en la escena metalera argentina. Está claro. Muy claro, siempre digo lo mismo, está mi verdad, tu verdad y la taquilla, que es la verdad de las verdades. Cada vez que tocábamos, agotamos. La gente estaba muy ávida de escuchar esas canciones y ser
parte de la fiesta.

¿Recibieron muchas críticas respecto a la formación y que seas el único miembro original?
No me hagas reír los pies. Imagínate que hay críticas incluso con que el festival donde tocamos se hace un miércoles (risas). De ahí en adelante te podés imaginar. Las redes son una cloaca. Todo el tiempo hay gente tirando mierda, con mucho resentimiento. Les cuesta mucho entender que estamos todos de este lado del kiosquito, que es el Heavy Metal, pero no quiero ser maleducado, «me ne frega». Me tiene absolutamente sin cuidado, no me importa. Cuando uno es una figura pública sabe bien que hay gente que le va a gustar lo que haces y gente que no.

Igualmente me llamó la atención que sea un miércoles el festival…
Mirá, la respuesta debe ser muy sencilla: no debe haber sábados libres, deben estar ocupados entonces dijeron «bueno, un miércoles». Le debe salir menos al que hace la producción un miércoles que un sábado. Te puedo dar un montón de razones pero la verdad: es lo que menos me preocupa. Es como que me digas «¿Con qué calzoncillo vas a ir?. Qué sé yo, me da lo mismo. ¿Cuántas bandas de afuera tocan en la semana?
¿Escuchaste a alguien preguntar por qué el miércoles? Es claramente el resentimiento de algunos sectores. A la mayoría de la gente le encanta y a nosotros también.

¿Con Entre el Cielo y el Infierno tienen pensado hacer más fechas?
Estamos al palo. También todo a demanda de la gente. Claramente es un proyecto que estaban esperando. Les gusta vernos juntos a Mario, Sergio, El Chino y a mí, obviamente con el agregado de Cachito Scasso y José Velocet. Pero sí, está con mucho trabajo la banda. Vamos a estar tocando por concepción del Uruguay, luego por centroamérica, después volvemos y tenemos más fechas en Buenos Aires.

¿Y grabar un disco?
El material propio ya está viendo la luz. Nuestro sencillo: «Enviados». Seguramente antes de fin de año saquemos alguna más. Lo que no sé es si sacamos el formato de disco. Seguramente sea single con su respectivo video.

¿Te adaptas bien a los nuevos formatos? Mejor dicho a las nuevas plataformas…
Yo por muy poquito me perdí el magazine (risas). Pasé por el disco, el cassette, el Dat, CD, redes, los soportes digitales… así que, si no me adapto, me muero. El músico una de las características que tiene que tener es la adaptación a los tiempos para siempre estar en tendencia. Sigue siendo lo mismo pero en otro formato.

¿Algún otro proyecto?
Aparte estoy con el tributo a Sabbath que es War Pigs. Encuentro mucho placer en tributar a Black Sabbath. Es la banda con la que aprendí a tocar la batería. Ponía los discos y tocaba arriba. Y con Rowek estoy volviendo el 26 de agosto con un proyecto nuevo que va a ser un repaso de toda mi carrera. La mía y la de Sergio (Berdichevsky)

¿Van a repasar la época de Nativo?
Claro. Nativo es una banda que nos están pidiendo muchísimo. A los gritos. Así que también tenemos muchas ganas. Fue una banda bastante incomprendida en su momento.
Estamos por subir la música de la banda a Spotify, que todavía no está. La idea es hacer uno o dos temas nuevos y subir el material viejo a Spotify.

¿Por qué pensás que Nativo fue una banda incomprendida?
Porque fue una banda adelantada a su época. No trabajábamos con los parámetros del Metal. Que tenes que ir de acá hasta acá y no te podés mover porque sos tal o cual cosa. Siempre tuve una libertad muy grande artística y creativa y en Nativo la pudimos desarrollar libremente con Sergio. Por eso veinte años después me están pidiendo todos que
volvamos.

¿Cómo te llevás con Sergio después de tocar tantos años juntos?
Sergio es un hermano de vida. Mis hijos le dicen «tío». Somos hermanos del camino, nos conocemos de antes de V8, siempre supimos que íbamos a tocar juntos y desde que lo hicimos no nos separamos porque encontramos mucho placer tocando el uno con el otro. Nos entendemos, tenemos una manera de ver la vida, muy similar en cuanto a la lealtad, el compañerismo. Es muy fácil trabajar con Sergio.

¿Qué más me podés adelantar del festival «Inmortales»?
Yo siento que es una velada de gala para el Heavy Metal. Creo que tenemos que estar orgullosos de que se haga un festival así, de que haya productores que quieran apostar por el metal nacional y vivámoslo con alegría, con ganas y no quemándonos la cabeza, empezando a quemarse uno con otro, si este es de verdad y el otro de mentira… el otro es
más o menos. Somos todos metaleros que estamos en el mismo barco. Tengo muchas ganas de compartir escenario con todas las bandas que van a tocar. Estamos felices de que el Luna Park se vista de gala para recibirnos.

Vos que fuiste gestor, ¿Cómo ves la escena?
Mirá, el metal navega entre sus propias contradicciones. Justamente por esto que hablamos todo el tiempo. Hay un sector muy resentido que termina haciendo todo lo que dicen que hacen con nosotros que es: sectarizar. Cuando se empieza a ganar buenos lugares, se venden cosas que no son. Está buscando su propio espacio el Metal.

¿Pensás que es algo exclusivo del público metalero o en otros géneros también sucede?
Creo que es bastante del público metalero…

¿Y por qué pensás que es así?
Porque…no sé… habrán recibido una mala información en su momento y el resentimiento
pudo más que lo otro: las ganas de compartir y disfrutar. Las ganas de agrandar el
movimiento, que crece cuando se mezcla gente nueva. Hay que liberar las mentes.

Entrevista x Tony Esmoris

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