A cinco años de su última visita, el ex-Beatle se presentó esta noche en el Estadio River Plate. Se trató del primero de sus tres shows en Argentina en el marco de su gira “Got Back Tour”, con producción de DF Entertainment y DG Experience.
Un show que es un viaje en el tiempo por las canciones que cambiaron el curso de la música de los 60’ a esta parte y con ella, las vidas de cada uno de sus fans.
McCartney continúa en plena vigencia y dominio de su talento, humor y carisma, y el comienzo del segmento argentino del tour quedará en el recuerdo de todos los presentes.
El segundo show del paso de la gira “Got Back Tour” de Paul McCartney por Latinoamérica le tocó a Argentina, en lo que es su quinta visita al país. 70.000 fans conmovidos disfrutaron en el Estadio Mâs Monumental de lo que solo puede describirse como una noche sublime, de esas que se atesoran para siempre. En un show incomparable con producción de DF Entertainment y DG Experience, el músico recorrió –en un setlist de más de dos horas y media– muchas de las canciones más entrañables no solo de su repertorio sino de la historia de la música.
Es común ver multitudes expectantes caminando en fila hacia River para ver a sus ídolos –ya sean musicales o futbolísticos– y saliendo unas horas después atravesados por la experiencia. Aún así, la vivencia de encontrarse entre fans que se dirigen a ver a Paul McCartney no tiene comparación. Familias enteras, padres con hijos, parejas de las más variadas edades, abuelos y nietos, grupos de amigos: la diversidad total del público responde a la universalidad de la devoción por McCartney y claro, por los Beatles. La emoción realmente desborda incluso desde antes de llegar: son las canciones que lo cambiaron todo para la historia de la música, pero también para la historia personal de millones de personas en el mundo.
Poco después de las 21:00 horas, con imágenes de los Beatles en las pantallas gigantes y un clamor de incredulidad de cada una de las 70.000 personas presentes, salió Paul McCartney, se calzó la guitarra y arrancó con ”Can’t Buy Me Love”, uno de los éxitos más emblemáticos de los Fab Four que fue coreado de principio a fin por cada uno de los presentes. Luego de entonar “Junior’s Farm», McCartney se tomó un momento para saludar en un perfecto español al público y desplegando ese carisma intacto que lo volvió quién es, dijo: “Hola Argentina, estoy muy feliz de volver a verlos”.
El final del tercer tema, “Letting Go” -canción de Wings- fue el momento indicado para que el público argentino sorprenda al artista con un fan action en las plateas altas: la frase “WELCOME BACK PAUL” vistió el estadio, sentando el tono para una noche soñada y esperada por todos sus seguidores, ideal para para viajar por todas sus facetas y períodos.